miércoles, 25 de abril de 2012

El Principito

Un día como otro  cualquiera yo, Jaimito iba caminando por el pueblo,  había ido a comprar el pan. Todo parecía normal, la gente estaba feliz, iban paseaban y se volvían a casa a comer. Al llegar a la panadería me fijé que habían unos policías buscando a alguien. La panadera informó a todos los que estaban allí dentro de que el hijo del rey, el príncipe, había desaparecido. A mi me solían llamar el principito ya que me parecía bastante al príncipe solo que el era mas alto y más mayor.

Cuando yo tenía seis años vi una vez una lámina magnífica en un libro sobre el Bosque Virgen que se llamaba Historias Vividas. Representaba a una serpiente boa que se tragaba a una fiera. He aquí una copia del dibujo.



El libro decía: << Las serpientes boas tragan sus presas enteras sin masticarlas. Luego no pueden moverse y duermen durante los 6 meses de la digestión.>> (Saint-Exupery, 1996: p.11)

Cuando me dijeron que el príncipe había desaparecido pensé en que a lo mejor una boa del bosque podría habérselo comido. En la panadería la gente se había escandalizado, la gente empezó a sugerir cosas por ejemplo que alguien le había secuestrado para ganar dinero, otros  que se había ido de vacaciones sin avisar, yo seguía estando seguro de que una boa se lo había comido. Pensé en las maneras de poder salvarle, podía ir al bosque a buscar boas, y cuando encontrara una con forma de príncipe, abrirla y sacarle de allí y así yo quedaría como un héroe delante de todo el pueblo. 


Entonces se lo conté a todas las personas mayores de  aquel local. Todos se empezaron a reír de mi, me decían que como una boa podría comerse un príncipe entero, decían que era imposible. Yo me sentía indignado, nadie me entendía y ni si quiera hacían el esfuerzo de creerme. Pero con el paso de los años me e dado cuenta de que la gente mayor nunca me iba a entender.

Bibliografía Saint- Exupery (1996)
El Principito, Ed. Alanza Madrid.